Puede que el N1 sea el televisor más increíbles que yo haya tenido el gusto de ver. Y es que la última creación de la firma C Seed es realmente imponente. Imponente por dimensiones, e imponente por toda la tecnología que parece rezumar. Sin duda, los australianos se han ganado toda la atención que ha generado su último televisor.
Tanto es así, que me resulta hasta difícil decidir cuál es la característica más llamativa del C Seed N1. ¿Lo es su panel MicroLED de hasta 165 pulgadas? ¿O su capacidad para plegarse cuando no está en funcionamiento para ocupar una fracción de su tamaño? Pues sí. El N1 no solo es televisor con un panel MicroLED de 103, 137 o 165 pulgadas (sí, has leído 165 pulgadas), sino que además tiene la capacidad de plegarse sobre sí mismo, gracias, entre otras cosas, a un panel plegable “sin costuras” (o sin saltos si se prefiere).
Más allá de eso, el panel del N1 soporta HDR10+ y ángulos de visión de hasta 170 grados con contrastes máximos de 30000:1. Por otro lado, el modelo de 103 pulgadas alcanza brillos de hasta 800 nits, mientras que los modelos de 137 y 165 ascienden hasta los 1.000 bits. El chasis, por su parte, está fabricado en aluminio aeroespacial, y el hecho de que se incluyan 5 puertos HDMI casi suena irrelevante después de haber dado el resto de especificaciones.
¿Y qué pasa con las dimensiones y el peso? Pues solo daré los datos del modelo más grande, el de 165 pulgadas, que cuenta con una diagonal de nada menos que 4194 mm, es decir, algo más de 4 metros, y un peso de 1.350 Kg. Lo dicho: imponente.
Respecto al precio, pues el modelo más pequeño (103 pulgadas) parte desde los 190.000 dólares (sin contar envió, instalación y demás) y, como era de esperar, solo se puede comprar por encargo.
Más información: C Seed
