La firma alemana Loewe, todo un referente de la gama alta del mercado de imagen y sonido, suspendió ayer (1 de julio de 2019) sus actividades comerciales tras declararse insolvente y anunciar el despido de sus 400 empleados.
Tras 96 años diseñando y produciendo televisores y diversos equipos de audio y vídeo, el fabricante alemán no ha sido capaz en los últimos tiempos de competir con otras marcas como Sony, Sharp, Samsung o LG, lo que en el último balance supuso un déficit de 70 millones de Euros respecto a los 180 millones que el grupo Riverrock, su principal inversor, exigía para considerar viable la continuidad de la empresa, la cual dependía de una inversión de 9 millones de Euros que no se hará efectiva debido a los últimos resultados y a que el grupo inversor consideraba que la empresa debía reducir su plantilla un 75% para empezar a considerar su viabilidad.
En ningún caso se puede asegurar que este cese en la producción y distribución vaya a ser una situación definitiva, ya que la marca seguirá buscando financiación y un plan de producción que les permita volver al mercado lo antes posible.
No es la primera vez que Loewe se encuentra en una situación como esta, ya hace años tuvo que ser rescatada de la quiebra por el grupo inversor Stargate Capital, pero lo cierto es que durante muchos años sus productos fueron considerados como algunos de los mejores del mercado, y todavía hoy en día sus televisores son muy apreciados por la calidad de sus altavoces, aunque bien es cierto que en materia de imagen tal vez se hayan podido quedar rezagados desde la llegada de los televisores digitales, un mercado en el que los fabricantes asiáticos no dan tregua.