Los 101 metros de eslora del Nemesis One, son la primera seña de que se trata de una embarcación al alcance de muy pocos. Y es que además de ser un catamarán de unas dimensiones imponentes, está ideado como un barco completamente exclusivo y, lo que es más importante, capaz de navegar con cero emisiones.
Impulsado con hidrógeno eléctrico, es el propio techo del catamarán el que actúa a modo de panel eléctrico (con un total de 750 metros cuadrados de superficie) ayudando a recargar las baterías del mismo, las cuales también se recargan por acción del viento y por la propia inercia de la navegación.
Algo que en ningún caso quiere decir que no vayamos a poder navegar rápido, ya que el Nemesis One es capaz de alcanzar los 50 nudos de velocidad (35 si hablamos de velocidad de crucero), e incluso a las más altas velocidades que el catamarán es capaz de alcanzar, la navegación será segura y estable, gracias a la tecnología de vela de ala “oceanwings” totalmente autónoma del diseño de VPLP que ajusta automáticamente el ángulo de ataque, comba y giro de la vela. Además de una amplia colección de sensores que rodean el casco para calcular el estado del mar, así como la altura y la asiduidad de las olas. Información que posteriormente se traduce a los timones automáticos gracias a la IA.
Gracias a estos avances tecnológicos, la embarcación requiere de una tripulación mínima, por lo que se ha podido aprovechar gran parte del espacio interior para estancias cómodas, amplias y lujosas, y completamente al gusto de sus propietarios. Hay zonas para descansar, cenar, relajarse y divertirse, y la cubierta está repleta de espacios en los que tomar el sol.
Sin duda una embarcación moderna, elegante y futurista; además de respetuosa con el medio ambiente y de lo más sigilosa.
